Consiste en la instalación de dispositivos basados en tecnología del internet de las cosas (IoT) en los canales transaccionales. Estos se conectan con los smartphones de los consumidores, brindándole a la marca la oportunidad de comunicarle temas de interés a sus clientes de forma eficaz y oportuna.
Notificaciones por geolocalización:
Se crea una definición de notificación basada en la localización del canal donde se desea que ocurra la acción y se envía automáticamente las notificaciones al cliente que cumpla con las especificaciones.
Notificaciones programadas:
Se asigna un identificador único al cliente y se establece la definición de notificaciones para que sean enviadas según la programación establecida.
Alertas:
El cliente recibe una alerta cuando realiza alguna acción importante.
Se genera previamente un perfil del cliente. Una vez hecho eso, GeoPush analiza todas las variantes y si coincide con una o varias características, se aplica la acción, sino, es descartado.